Para que luego digan que el fútbol no sirve para nada. El Boletín Oficial del Estado de hoy día 4 de febrero de 2011 publica el Real Decreto 135/2011 de 3 de febrero por el que se concede el título de Marqués de Del Bosque a don Vicente del Bosque González (bien es cierto que acompañado de otros Reales Decretos que otorgan sendos títulos nobiliarios a otras personalidades, como, por ejemplo, a Mario Vargas Llosa). La justificación que se contiene en el brevísimo Real Decreto es que «la gran dedicación al deporte español y la contribución de don Vicente del Bosque González al fomento de los valores deportivos, merece ser reconocida de manera especial, por lo que, queriendo demostrarle mi Real aprecio«, en virtud de lo cual se le otorga el título de marqués para sí y para sus sucesores. En algo hemos avanzado, dado que en el siglo XXI el balompié crea nobles.
No obstante, señalar que por fortuna no nos encontramos en aquellos siglos de oro donde las letras florecían atacando a la nobleza que, entre otras cosas, consideraba como una deshonra el desempeñar todo tipo de trabajo, ya que ello impediría al recién nombrado Marqués de Del Bosque permanecer en su cargo de seleccionador nacional.